Una interfaz de búsqueda es un elemento que va a estar presente en casi cualquier diseño web y en muchas aplicaciones. Cuanto más peso tenga el contenido en la web y en la aplicación, más necesario será contar con un motor de búsqueda como una interfaz de descubrimiento y acceso a ese contenido.
La búsqueda es una funcionalidad complementaria a la navegación convencional, que es la que le proporciona al usuario el marco mental necesario para entender la estructura de la web. Una de las razones es que a la mayor parte de los usuarios les cuesta hacer búsquedas de manera efectiva, según Nielsen-Norman Group.
Al ser una funcionalidad básica, las expectativas del usuario respecto a su experiencia de uso son altas. La gente no está acostumbrada solo a Google, sino también a grandes experiencias de búsqueda en redes sociales como Instagram, Facebook, LinkedIn o Pinterest.
El arquitecto de información Peter Morville y el diseñador Jeffery Callender, en su libro Search Patterns, publicado en 2010, identifican 10 patrones de diseño de búsqueda y 6 patrones de comportamiento de los usuarios durante el proceso de búsqueda.
Búsqueda para encontrar o para descubrir
Antes de diseñar un proceso de búsqueda hemos de saber cuál es la intención del usuario a la hora de usar esta funcionalidad.
En muchos casos, el usuario estará buscando un resultado concreto. Por ejemplo, al hacer una búsqueda en un servicio de alojamiento en la nube como Dropbox o Google Drive. Cuando el objetivo del usuario es encontrar una pieza específica de contenido, el diseño de la experiencia de búsqueda debe primar el encontrar la información precisa en el menor tiempo posible.
En otros casos, como en redes sociales como Twitter o Pinterest, la búsqueda es un punto de partida de descubrimiento de contenido. El usuario no sabe qué contenido busca específicamente, pero sí sabe que ha de cumplir ciertos criterios o atributos. Por ejemplo, tweets sobre un debate político, o imágenes de decoración de dormitorios. En este caso, el objetivo de la interfaz es el de devolver al usuario la mayor cantidad posible de resultados relevantes.
En muchos casos, el objetivo será una mezcla de ambas intenciones. Por ejemplo, en una búsqueda en una app de comida a domicilio podemos estar buscando un restaurante específico o un tipo de comida concreta.
Esta distinción influye en el diseño de la experiencia. Una búsqueda que prime el encontrar un objetivo concreto usará patrones como autocompletado para ayudar al usuario a llegar más rápido a su destino. Una búsqueda de descubrimiento deberá ofrecer una página de resultados que permita al usuario explorarlos y manipularlos, por ejemplo, utilizando filtros.
Patrones de diseño de búsqueda
Entre los patrones de diseño que Morville y Callender identifican, hay algunos que son clave para diseñar una experiencia de búsqueda acorde con las necesidades y las expectativas de los usuarios:
- Búsqueda federada: este patrón de diseño implica que desde una búsqueda de contenido se debe poder acceder a todos los tipos o categorías de contenido disponibles en el sitio web o aplicación. Por ejemplo, en Instagram los resultados de búsqueda incluyen etiquetas, lugares y cuentas.
- Facetas de búsqueda: a partir de una búsqueda el usuario puede filtrar los resultados. Gracias a una estructura de metadatos, se puede ofrecer al usuario opciones de selección y filtrado de resultados basándonos en los parámetros de esos metadatos. Por ejemplo, en un medio de comunicación, estos parámetros podrían ser la fecha de publicación, autor o sección.
- Autocompletado: a medida que el usuario escribe sus términos de búsqueda, la interfaz le ofrece sugerencias para completar el término de búsqueda. Esas sugerencias suelen estar alimentadas por búsquedas de otros usuarios. En algunos casos, esta función de autocompletado incluye ya resultados, lo que permite al usuario saltarse la página de resultados de búsqueda e ir directamente a lo que busca. Es un patrón muy usado, sobre todo en modelos de búsqueda que favorecen llegar a resultados concretos.
- Búsquedas recientes: la interfaz debería ser capaz de recordar las búsquedas del usuario y ofrecérselas para respetar su esfuerzo y evitar que tenga que volver a introducir una búsqueda ya hecha. Este patrón es muy útil cuando la búsqueda es una herramienta de descubrimiento y navegación. Es probable que una persona que busque imágenes de decoración de interiores en Pinterest haga esa búsqueda habitualmente para descubrir nuevas imágenes.
Hay muchos más patrones de diseño de búsqueda, pero estos son los más importantes a la hora de ofrecer una experiencia de uso acorde con las necesidades del usuario. Otros están más directamente relacionados con la experiencia a la hora de mostrar los resultados.
La página de resultados de búsqueda
La organización de una página de resultados de búsqueda es un gran reto de arquitectura de información, que determina en gran parte la eficacia de esta funcionalidad. Una página de resultados forma parte de la experiencia de búsqueda y permite añadir más utilidades que facilitan el descubrimiento y el encontrar la información que la persona necesita. Hay una serie de patrones de diseño que ayudan a organizar esta información de manera eficaz:
- El mejor resultado primero: aunque parezca obvio, mostrar el mejor resultado primero para cada búsqueda concreta no es algo trivial. Además de la concordancia, total o parcial, con el término de búsqueda, entran en juego otros factores que acaban asignando una puntuación de relevancia a cada resultado. Estos factores incluyen metadatos, historial de navegación o comportamiento, entre otros, y suelen ser evaluados de manera algorítmica. Google es el paradigma de este tipo de enfoque, pero no es el único.
- Página sin resultados: un principio de usabilidad es el evitar que el usuario llegue a callejones sin salida. Hay que evitar una página de resultados vacía con resultados alternativos que puedan aportar valor al usuario.
- Orden y filtros: muchas veces los resultados de búsqueda son demasiado numerosos y necesitamos poder manipularlos para poder encontrar lo que buscamos. Gracias a una estructura de metadatos podemos ordenar esos resultados, por ejemplo, por precio o valoración; o filtrar según categorías o tipos de resultados.
- Resultados diferenciados: a la hora de agrupar resultados de diferentes categorías de contenido en una misma página, estos resultados se pueden presentar todos iguales o diferenciarlos. Google, por ejemplo, muestra en una misma pantalla de resultados enlaces a páginas web, imágenes o vídeos, pero cada categoría de resultados se muestra en un formato distinto.
- Resultados estructurados: el uso de un sistema de metadatos en el contenido permite mostrar resultados enriquecidos. Por ejemplo gráficas de cotización, cambios de divisa, valoraciones de usuarios, precio o disponibilidad, entre otros. Los resultados de búsqueda de Google aprovechan esta funcionalidad para mostrarle al usuario la información que busca desde la propia página de resultados.
- Resultados accionables: cuando la interfaz de resultados le da al usuario más posibilidades de interactuar con el contenido, como guardarlo en favoritos, añadirlo a la cesta o compartirlo, entonces podemos hablar de resultados accionables. Twitter es un gran ejemplo de este patrón de diseño: Desde los resultados de búsqueda podemos interactuar con los tweets igual que si lo hiciésemos desde la línea de tiempo.
Una funcionalidad clave
La búsqueda es una funcionalidad clave en cualquier producto digital. Es uno de los parámetros por los cuales se va a juzgar la calidad de una web o de una app. Por eso, es importante cuidar mucho esta funcionalidad teniendo siempre en cuenta al usuario, sus objetivos y necesidades. Estos patrones de diseño, entre otros, ayudan a definir una experiencia de búsqueda útil y usable.