Tal y como dice la Asociación Española de Empresas de Branding, el “branding es la gestión inteligente, estratégica y creativa de todos aquellos elementos diferenciadores de la identidad de una marca (tangibles o intangibles) y que contribuyen a la construcción de una promesa y de una experiencia de marca distintiva, relevante, completa y sostenible en el tiempo”.
El rebranding, por lo tanto, se basa en la revisión de dichos elementos diferenciadores. Su planteamiento responde a la necesidad de adaptarse a los cambios de la sociedad, puesto que la mentalidad del usuario y la situación de los mercados son elementos en constante evolución. En este post hablaremos de los 3 tipos de rebranding que existen, y te explicaremos cuándo y cómo llevar a cabo cada uno de ellos.
¿Cuándo hacer un rebranding?
A menudo se asocia la decisión de aplicar un rebranding a una mala situación de la marca, coincidiendo con su etapa de declive y como solución a la bajada de las ventas y la rentabilidad.
Pero lo más recomendable es realizarlo durante la etapa de madurez, puesto que en estos momentos la marca se encuentra más fuerte y tiene mayor capacidad para generar ideas consistentes e innovadoras. Los buenos números y la disposición de recursos permiten desarrollar una investigación en profundidad, que valore todas las posibilidades de forma planificada y sin sufrir la presión que caracteriza el declive de la compañía.
Dentro de la etapa de madurez, puede ser interesante hacer un rebranding cuando la empresa se encuentra ante las siguientes situaciones:
- La marca ha quedado obsoleta o anticuada.
- Tiene un mal posicionamiento en el mercado.
- Necesita diferenciarse de la competencia.
- Se ha producido una amplia diversificación de la oferta y del catálogo de productos.
- Ha habido un cambio en el modelo de negocio.
- Existe la necesidad de acceder a nuevos canales y usuarios.
- Ha experimentado una compra o fusión.
¿Por qué hacer un rebranding?
El rebranding tiene como fin último adaptarse a los cambios de la sociedad y los mercados, a la vez que renueva las estrategias del negocio y busca un mayor reconocimiento y rentabilidad de la compañía.
Los usuarios valoran la evolución de las marcas en las que confían, aunque para ello es necesario que los cambios respondan a una mejor adaptación a sus creencias y necesidades. La evolución de las tendencias sociales penaliza a las empresas que se mantienen estáticas a lo largo del tiempo y que no participan en las nuevas formas globales de hacer y de pensar.
El creciente interés por la implantación de medidas de usabilidad y accesibilidad, el diseño social, la inteligencia artificial o el respeto por la identidad de género pueden parecer ideas ajenas a tu negocio, pero tienen una gran influencia en la manera de percibir el mundo y de relacionarse con los demás.
En definitiva, realizar un proceso de rebranding ofrece toda una serie de ventajas:
- Agrega valor al negocio.
- Mejora la deseabilidad de la marca y la conexión con el usuario.
- Crea una imagen de evolución e interés por la sociedad.
- Favorece la diferenciación respecto a la competencia.
- Da acceso a nuevos segmentos de mercado.
- Atrae talento durante la búsqueda de empleados.
Cómo hacer un rebranding: 3 modelos de acción
No existe un único proceso de rebranding, ya que este debe adaptarse a las necesidades específicas de la marca y negocio. La evolución en la estrategia de la compañía puede articularse a través de algo tan pequeño como un cambio en el packaging o en el eslogan corporativo, pero también a través de algo tan complejo como la modificación de los valores o el rediseño del logotipo.
A grandes rasgos, existen 3 modelos de rebranding, que establecen distintos niveles de profundidad en los cambios a aplicar.
1. Rebranding de mínimo impacto
Se caracteriza por mantener todos los principios sobre los que se sustenta la marca y se produce cuando no existe una gran necesidad de reposicionamiento o de diferenciación respecto a la competencia. Por el contrario, responde al reajuste de algunos aspectos que se han detectado como mejorables y que suelen relacionarse con la evolución en las tendencias tecnológicas, visuales y de usabilidad.
Un ejemplo sería el cambio de los colores corporativos, en el caso de que los actuales ofrezcan poco contraste y generen problemas de visualización en personas con daltonismo, por ejemplo. Este tipo de rebranding también podría reflejarse en un cambio de packaging, teniendo como objetivo hacerlo más práctico de almacenar y manipular.
2. Rebranding de impacto moderado
En esta categoría encontramos un rebranding algo más agresivo, que modifica parcialmente la forma en que es percibida la marca. Combina la adaptación de algunos elementos que quieren mejorarse a nivel de usabilidad y accesibilidad con la intención de revitalizar la imagen de la compañía, logrando una percepción más fresca y moderna por parte del consumidor.
Los rebrandings de impacto moderado más habituales son aquellos que implementan pequeñas modificaciones en el logotipo. Se caracterizan por mantener la misma estructura y significado, pero mejorando la legibilidad mediante el refuerzo y modernización de las formas. Finalmente, también puede reflejarse mediante un cambio de eslogan y la reorientación de los valores existentes.
3. Rebranding de alto impacto
Finalmente, el rebranding de alto impacto se caracteriza por un cambio en la comunicación, los valores y la expresión visual de la marca. Responde a un nuevo enfoque en la manera de hacer y pensar de la compañía, que puede apostar por dirigirse a un nuevo mercado y alterar por completo su modelo de negocio.
El rebranding de alto impacto suele conllevar la definición de nuevos valores corporativos, que se ven reflejados en un rediseño visual a todos los niveles: colores, tipografías, packaging, página web, publicidad, etc. En este caso el logotipo se modifica de forma considerable, pudiendo incluso suponer un cambio en el nombre de la marca.
Si estás pensando en aplicar un rebranding a tu marca, pero no sabes por dónde empezar, en GammaUX ponemos a tu disposición un equipo de especialistas que escuchará tus necesidades y te ofrecerá las mejores soluciones. ¡Contáctanos sin compromiso!