Cómo usar el modelo del doble diamante para impulsar innovación en diseño

El doble diamante es un modelo de proceso de diseño elaborado por el Design Council, una institución pública del Reino Unido, en 2004 y actualizado en 2015. Es una metodología de diseño e innovación, que pueden seguir tanto diseñadores como no diseñadores para encontrar soluciones a problemas complejos que respondan a las necesidades de las personas.

El origen del nombre del doble diamante es el diagrama de la imagen, en el que se visualiza este procedimiento. Se pasa por 4 fases. En 2 de ellas se explora una serie de ideas e hipótesis, en las que el diamante se abre, y luego en otras 2 etapas se definen esos conceptos y se llega a una solución final definitiva.

Este diagrama fue sintetizado tras un largo estudio sobre procesos de diseño e innovación en empresas como Microsoft, LEGO o Sony. En ese informe encontraron que todas ellas seguían las mismas fases. Cada entidad utilizaba una terminología diferente o las aplicaba de forma ligeramente distinta, pero en todos los casos la metodología para enfrentarse a una problemática de diseño o de innovación se podía resumir en 4 etapas.

¿Cuáles son las 4 fases del doble diamante?

El modelo sintetizado por el Design Council tiene 4 momentos:

  1. Descubrimiento
  2. Definición
  3. Desarrollo
  4. Entrega

El primer diamante engloba las etapas de descubrimiento y definición, y sirve para entender, en vez de asumir, cuál es el problema. Para ello es necesario hablar e invertir tiempo con la gente involucrada y a la que le afecta.

El segundo diamante incluye las fases de desarrollo y entrega. Aquí se trata de proporcionar soluciones al problema, codiseñando con las personas involucradas, probándolas e iterándolas hasta llegar a la más adecuada.

No es necesario pasar de forma lineal por cada una de estas etapas. De hecho, se recomienda avanzar y retroceder en cada fase para entender bien el problema que se quiere resolver o para mejorar una solución existente. También es posible testear con prototipos sencillos como parte de la primera fase.

Descubrimiento

Esta fase sirve a los diseñadores y no-diseñadores que participan en el proceso para entender y contextualizar el problema u oportunidad real al que se enfrentan. Aunque es común comenzar con una hipótesis acerca del problema a resolver, hay que validarla haciendo test e investigación con usuarios.

Para lograr una recopilación de información útil y adecuada para concretar el problema son necesarias dos cosas:

  • Mantener una mente abierta, de modo que el apego a una hipótesis o posible solución no se convierta en un sesgo que perjudique la etapa de recolección de datos.
  • Fomentar una actitud orientada al usuario, en sus necesidades y en su comportamiento.

En esta fase, trabajaremos con herramientas como diarios y observación de usuario, lluvias de ideas o encuestas.

Definición

Es probable que la primera fase resulte en un gran volumen de información. Hay que gestionarla y organizarla adecuadamente para poder aplicarla de manera efectiva. En esta etapa esa información se filtra y se organiza para llegar a una definición definitiva del problema.

En esta fase identificaremos:

  • El problema que se quiere resolver.
  • El contexto del proyecto.
  • El alcance del proyecto, y qué es lo que queda fuera.
  • Oportunidades ocultas.
  • Cuellos de botella.
  • Ineficiencias o recursos malgastados.

Herramientas como los focus groups o el mapeo de customer journey son fundamentales.

Desarrollo

Este es el momento en el que comienza el trabajo de diseño de múltiples soluciones al problema que hemos definido en las dos fases anteriores. Este trabajo puede ser multidisciplinar y abarcar diferentes metodologías, pero el objetivo es siempre el mismo, desarrollar prototipos con iteraciones constantes basadas en test y comentarios/opiniones de usuarios.

Prototipos físicos y service blueprints serían dos de las herramientas con las que podríamos trabajar en esta etapa.

Entrega

En esta etapa se reducen las soluciones planteadas a una, basándonos en test con usuarios que validen cuál es la opción que mejor resuelve el problema planteado. Después de eso, ya se puede pasar el producto a producción y lanzarlo.

Una vez que el producto está en el mercado, el ciclo de mejoras e iteraciones continúa, por lo que es necesario establecer canales de feedback de los usuarios. También, llegado a este punto, contaremos con un banco de métodos de diseño empleados en el proceso.

Principios y métodos

El método definido por el Design Council incluye una serie de principios:

  • Poner a las personas primero. Es preciso entender bien a las personas que van a usar un producto o servicio, sus necesidades y aspiraciones.
  • Comunicar de forma visual e inclusiva. Para ayudar a que todo el mundo comparta una visión del problema y la solución a implementar.
  • Colaborar y cocrear. De forma que la solución definitiva se beneficie de múltiples inputs de otros equipos y personas involucradas, más allá de los diseñadores.
  • Iterar de forma constante. Para detectar problemas de forma temprana y construir un producto de forma gradual y ágil.

Una cultura de innovación

Para que el modelo funcione, es necesario tener una cultura de empresa que valore y fomente el diseño como herramientas de resolución de problemas.

Para ello, es necesario que los equipos de dirección construyan equipos con las habilidades necesarias y tengan libertad de acción para desarrollar proyectos de forma abierta y ágil.

Por otro lado, la interacción entre diferentes equipos y stakeholders y la construcción de conexiones y relaciones permite enriquecer la generación de ideas.

Un proceso de diseño centrado en las personas

La metodología del doble diamante desarrollada por el Design Council no es más que otra versión del diseño centrado en el usuario. La nueva versión desarrollada en 2015 supera la linealidad del marco original para incorporar métodos de trabajo agile y la posibilidad de volver a una etapa anterior. Esta nueva versión también tiene en cuenta la importancia de establecer principios de diseño sólidos y reconoce el papel de la cultura de empresa en su capacidad de innovación.