Las metodologías colaborativas buscan el desarrollo de un producto o servicio mediante la colaboración y diálogo de todas las personas involucradas, eliminando gestiones y reuniones innecesarias y maximizando la eficiencia del trabajo. Cuantos más puntos de vista se tengan en cuenta y más personas de distintos perfiles se involucren, mejor será el resultado final.
En este artículo hablaremos de 3 metodologías para investigar y diseñar de forma colaborativa, las cuales comparten estos 3 objetivos:
- Construir equipos multidisciplinares, colaborativos y con gran capacidad para adaptarse a los cambios.
- Conseguir productos digitales que cumplan las necesidades tanto del usuario como de negocio.
- Identificar problemas lo antes posible para poder iterar y conseguir un mejor producto final.
¿Quién debe participar en estas metodologías?
Para conseguir un buen resultado, es importante poder trabajar con un equipo multidisciplinar: UX research, UX/UI designer, UX writer, project managers, customer service, departamento legal, negocio… Para ir alineados con otros departamentos y ahorrar rondas de feedback, es importante invitar a todos los stakeholders que posteriormente deberán validar el producto final. Y por supuesto, no podemos olvidarnos del usuario, su opinión y necesidades deben estar en el foco principal.
Todas las personas que participen en el desarrollo, en los brainstorming, en los test o en cualquier parte del proceso se sentirán parte del equipo. Por ello, las metodologías colaborativas favorecen el sentimiento de pertenencia y el aumento de confianza dentro de las compañías.
Metodologías colaborativas UX
Lean UX
Se trata de una metodología cíclica centrada en el feedback de los usuarios. Detecta posibles fallos desde el inicio y permite una mayor adaptación, ya que los costes de rediseñar una plataforma que todavía está en una fase temprana de desarrollo son mucho menores.
Una de las mayores ventajas de utilizar Lean UX es que recorta los tiempos de producción y disminuye el riesgo de que un producto fracase. Consta de 3 fases:
- Think: Se realiza una sesión de brainstorming, con todas las personas implicadas, en la que se expone el problema con el objetivo de generar ideas y soluciones. Finalmente se crea una o varias hipótesis que se entienden como verdaderas.
- Make: Los pensamientos e ideas abstractas pasan a soluciones más específicas a través de prototipos, pueden ser de alta o baja fidelidad. El objetivo es probar múltiples hipótesis en un período de tiempo corto.
- Check: Se prueban los prototipos con usuarios reales para medir la validez de las hipótesis planteadas.
Jeff Gothelf, autor del libro LEAN UX, explica que: «En vez de construir algo que asumes que debe funcionar, creas una hipótesis de algo que podría funcionar, luego creas la forma más rápida para validar o invalidar lo anterior».
Design Thinking
Es una metodología enfocada en la búsqueda de soluciones, siempre desde una perspectiva holística. Está planteada para tener en cuenta a los usuarios desde una etapa temprana en el desarrollo.
El objetivo es encontrar soluciones a problemas detectados en un marco de trabajo específico. Se busca la creación de un producto o servicio que aporte un valor real a los usuarios, los cuales están siempre presentes en el objetivo del proceso creativo.
Es un proceso iterativo que se centra en el ensayo y error, fomentando la detección de fallos desde un estado temprano del proyecto. Consta de 5 fases:
- Empatía: Análisis exhaustivo de las necesidades de los usuarios para facilitar el desarrollo de soluciones coherentes.
- Definición: Tras recopilar la información, se determina qué datos son los más relevantes e indispensables para conseguir el mejor resultado.
- Ideación: En esta etapa prima la creatividad. No se debe excluir por el momento ninguna idea o propuesta.
- Prototipado: Es el momento de visualizar cómo convertir en realidad las ideas que hemos planteado. La creación de prototipos permite saber qué elementos necesitan modificaciones y analizar las primeras sensaciones.
- Testeo: Los usuarios empiezan a probar los prototipos para identificar errores y aspectos a mejorar. Esta fase es crucial, dado que se realiza la mayor parte del desarrollo hasta llegar al producto final.
Mediante las pruebas adecuadas, busca un acercamiento al cliente para entender sus necesidades y poder ofrecer un producto acorde con ellas.
Doble diamante
Como explicamos en nuestro artículo dedicado al método de doble diamante, este procedimiento es de gran ayuda a la hora de encontrar respuestas a situaciones que planteen un problema para el usuario.
El primer diamante engloba dos etapas: descubrimiento y definición. En esta fase lo primordial es centrar los esfuerzos en entender exactamente qué está fallando y cómo afecta al cliente.
En el segundo diamante nos encontramos las fases de desarrollo y entrega. Una vez analizado el problema al detalle, en esta fase se ofrecen soluciones a todos los problemas que han sido identificados. Todas las personas involucradas colaboran en el diseño y las pruebas de usabilidad para llegar a un producto final que cubra todas las necesidades de una manera adecuada.
Mediante las metodologías colaborativas y las distintas herramientas que ofrecen, se abre la posibilidad de esclarecer las ideas en común de todas las personas y equipos involucrados en el proyecto, fijar un objetivo conjunto y aunar esfuerzos para llevar a la práctica todo lo aprendido. Si necesitas ayuda para implementar procesos colaborativos, desde GammaUX podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros.