Incluir un partner especializado en diseño y experiencia de usuario se ha convertido a lo largo de los últimos años en parte esencial de la estrategia de cualquier empresa o negocio. De cualquiera que pretenda competir en el escenario actual, al menos.
Es importante tener un producto o servicio que transmita sus beneficios de forma eficaz, pero si la experiencia es mala, si el usuario se encuentra con obstáculos, todo ese trabajo resultará en balde. Aquí es donde entra el partner especializado en diseño y experiencia de usuario.
La tarea de un especialista en UX es proporcionar la mejor experiencia de usuario posible. Su objetivo es conseguir que productos y servicios sean usables, pero también agradables, humanizando así la tecnología y haciéndola más cercana. Además, actúa como defensor del usuario, vinculando sus necesidades con las de la empresa, y conecta a todas las partes implicadas en el proyecto.
Ventajas de contar con un partner especializado en diseño y experiencia de usuario
1. Reducir la incertidumbre y acelerar la entrada de un producto o servicio en el mercado
Si cada día más empresas cuentan con diseñadores UX es, entre otras razones, porque los procesos que siguen permiten medir de manera fiable y concreta la conducta de los usuarios. Esto permite agilizar los ciclos internos, reducir el riesgo de grandes inversiones y dar una respuesta mucho más acorde a sus demandas.
2. Fomentar la inclusividad y la accesibilidad
Otra de las ventajas pasa por obtener un mayor alcance facilitando el acceso y la integración de la mayor cantidad de personas. Incluyendo a usuarios que experimentan alguna clase de discapacidad temporal o permanente o, en el caso de un producto digital, a aquellos que no están familiarizados con la tecnología que emplea o con su funcionamiento.
3. Conocer mejor quién es el usuario y qué es lo que quiere
Un partner especializado en experiencia de usuario puede identificar las necesidades y deseos de las personas, monitorizando unos comportamientos en los que se basarán el diseño y las características finales del producto o servicio. Para eso, es fundamental averiguar:
- Edad, sexo, ubicación.
- Hábitos de comportamiento.
- Intereses, gustos, antipatías.
- Necesidades de accesibilidad.
- Familiaridad con el producto o marca.
4. Recordarlo; trabajar con la vista puesta en él
El especialista continúa ahí para intervenir y recordar al resto del equipo que el usuario debe permanecer siempre en el centro. Hacia él deben dirigirse las acciones en todo momento.
5. Incrementar el valor de un negocio
Un buen diseño de experiencia se traduce en usuarios más felices y con menos quejas, en más ventas y menos carritos abandonados. Por decirlo de forma breve: mayores beneficios. También eleva la percepción que estos mismos usuarios tienen de la marca, lo que conduce a una repercusión positiva y global en esta, más allá de la valoración individual de sus productos o servicios.
Si piensas que ha llegado el momento de incorporar un partner especializado en diseño y experiencia de usuario a tu estrategia empresarial, ponte en contacto con nosotros y juntos trazaremos el plan más conveniente.