El proceso de experiencia de usuario es un método iterativo con el que seguir mejorando un diseño de forma constante, mediante el feedback de los usuarios. Una de sus características principales es que no es un proceso fijo. El proceso de experiencia de usuario puede cambiar en función de las preferencias de cada diseñador de UX o adaptarse a las características de cada proyecto concreto.
Cómo crear un proceso de experiencia de usuario
El proceso de experiencia de usuario se repite de forma cíclica. Cada fase se compone de diferentes acciones que pueden solaparse entre sí.
Estas acciones son:
- Estrategia. Esta acción incluye varios frentes: esbozar las líneas principales del proyecto, alinearlo con los objetivos de negocio.
- Investigación. Una tarea fundamental. Nos ayudará a saber qué piden los usuarios y qué les está ofreciendo la competencia. Cuantos más datos se recojan, más fuerte será la base sobre la que construir una buena experiencia de usuario.
- Análisis. Toda la información recopilada durante la fase de investigación requiere de un análisis que permita al diseñador de UX entender qué es lo que el usuario necesita realmente y cuál es la mejor forma de ofrecérselo.
- Diseño. El diseño de wireframes, prototipos o diseños interactivos permite centrarse en buscar cuál es la mejor solución a la necesidad del usuario. Al trabajar sin elementos gráficos o visuales, se puede determinar con claridad el flujo que conducirá al usuario hacia donde queremos llevarle.
- Producción. Aquí es donde creamos la identidad visual y el contenido del proyecto. Después de finalizar esta tarea, podemos presentarlo a stakeholders, desarrolladores y usuarios para validar el diseño.
Fases del proceso de experiencia de usuario
#1. Fase de estrategia
El objetivo de esta primera fase es empezar a determinar el alcance del proyecto. También es aquí donde vas a definir los objetivos del negocio y, sobre todo, las necesidades del usuario. Las acciones que deberías aplicar son la estrategia y la investigación, ya sea en paralelo o una después de otra. Ambas te darán información sobre el usuario final, la competencia, el problema al que quieres dar una solución y los medios que tienes para conseguirlo.
#2. Fase de alcance
En esta fase se delimitará el alcance del proyecto definiendo las características y funciones básicas del mismo. Para ello necesitarás crear una especificación funcional y un requerimiento de contenido. La acción principal en esta fase es el análisis: toda la información que se ha recogido en la fase previa es fundamental.
#3. Fase de estructura
En esta fase del proceso de experiencia se define la arquitectura de la información y el flujo de interacción del usuario. El análisis sigue siendo importante, pero también entra en juego el diseño. Herramientas como los diagramas de flujo te ayudarán a conceptualizar el proyecto de forma abstracta.
#4. Fase de elaboración del esqueleto
Durante la fase de esqueletización se diseña la interfaz gráfica y se colocan los componentes que la forman. El diseño mediante wireframes o prototipos es la acción más habitual en esta fase. Si el feedback es positivo, puedes incluir aquí un estadio inicial de producción. La incorporación de contenidos visuales ayudará a dar consistencia al proyecto.
#5. Fase de superficie
La fase final del proceso de experiencia de usuario consiste en darle al proyecto su forma final. Aquí es donde se crea la guía de estilo y se diseñan todas las pantallas. Como te imaginarás, la acción principal de esta fase es la producción. Una vez tengas un producto definido, los test de usuario te proporcionarán un valioso feedback con el que incorporar cambios y mejoras que te llevarán al producto final.