La cuarentena forzosa que estamos viviendo nos obliga a tomar medidas extraordinarias. Queremos contarte algunos trucos que estamos utilizando en GammaUX para poder trabajar en remoto de la mejor manera posible y garantizar la calidad del servicio.
En GammaUX somos expertos en el teletrabajo y llevamos mucho tiempo practicándolo. Por eso, hemos querido crear una serie de post, escrita por algunos de los integrantes del equipo, para compartir con toda la comunidad cómo seguimos con nuestras tareas de forma telemática. Este primer post lo firma Joan Manel Gómez Senior UX Researcher and Designer y nos proporciona algunos consejos muy útiles para realizar investigación de usuario cualitativa en remoto.
Como UX Researcher, normalmente trabajo la mayor parte de mi tiempo en remoto. Sin embargo, cuando se organizan dinámicas como workshops, test de tareas con usuarios o entrevistas cualitativas, me reúno presencialmente.
Actualmente, disponemos de herramientas suficientemente potentes para llevar a cabo todas estas actividades en remoto. Nuestras tareas también incluyen a veces sesiones moderadas en remoto, por lo que ya sé cómo hacer frente a esta nueva situación de teletrabajo total.
Ahora, hay que actuar rápido para no perdernos las oportunidades y sesiones de Research cualitativo que ya teníamos programadas. Con el equipo, vamos a seguir trabajando, a seguir escuchando a las personas y ayudar a los clientes a avanzar con nuevos insights y propuestas. Aunque vaya a ser todo en remoto, garantizamos la misma calidad en los resultados.
Gestión del cambio inmediato
Creo que la rapidez en la gestión es la clave (reagendar con los clientes, nuevas captaciones de usuarios…). Y… ¿qué otras cosas tenemos en cuenta con el equipo?
- De workshops a entrevistas individuales.
En la medida de lo posible, somos flexibles y nos adaptamos con los formatos de dinámica a realizar si las circunstancias nos lo piden. Balanceamos los pros y contras de cambiar de formato de dinámica para una investigación, e intentamos hacer hincapié en las nuevas oportunidades que se presentan.
- Paciencia con las conexiones a Internet.
Aunque estemos en 2020, aun hay problemas de conexión entre personas, sobre todo cuando intentamos comunicarnos por videoconferencia y queremos ver, oír, escuchar y que nos escuchen perfectamente a la vez. Tenemos que estar preparados cuando nos encontremos con problemas de sonido, cortes y rellamadas. Hay que ser paciente, y mostrar que somos pacientes. Que vamos a intentar escucharnos y entendernos con todas las alternativas que tengamos al alcance.
- Explicar claramente todo, más que en presencial.
¿Y por qué hay que explicar más claro? De hecho, cualquier forma de comunicación que tengamos debería ser clara, muy clara. Pero sabemos que la tecnología aun no nos permite comunicarnos con la máxima expresión como pasa de forma presencial (lenguaje no verbal, presencia, movimientos, sonido…) Por eso, tenemos que ser muy claros -detallistas diría- para que el usuario se sienta casi como en un lab con nosotros, en la misma sala.
- Apuntarlo todo.
Dado que no siempre va ser posible tener a un compañero del equipo siguiendo las sesiones, vamos a tener que gestionar muy bien los tiempos de cada entrevista para tener tiempo de hablar, preguntar y escuchar mientras apuntamos. Y sin que se note que estamos cogiendo apuntes ya que romperíamos el flow de la conversación.
Es cierto que las aplicaciones que utilizamos para conectarnos con los usuarios permiten grabar cada sesión. Pero los vídeos solo sirven para aclarar, ya que repasar 5 horas de vídeo después de haber hecho las entrevistas sería agotador.
- Ser puntuales.
Parece obvio, sí. Nosotros intentamos ser siempre puntuales. Pero también tenemos que ayudar al participante a serlo. Es decir, si una persona no está conectada en la hora citada puede ser porque la tecnología le esté jugando una mala pasada. Y ocurre bastante. Por lo que, idealmente, tendríamos que llamar a la persona si no se conecta y ayudarla si su problema es con la conexión al sistema.